En Argentina parece haber un desprecio por las empresas corporativas. El Estado Argentino promueve a las Pymes, dándoles subsidios en tasas de interés y beneficios fiscales, creyendo que de esa manera fomenta el empleo y la producción, aunque sin hacer un control sobre si alguna vez se han logrado resultados positivos reales de esas políticas.
Las empresas corporativas tienen
un esquema de propiedad y dirección muy diferente a las Pymes. En estas
empresas hay accionistas, directores y gerentes, Todas estas funciones son
ocupadas por personas diferentes. Si bien hay casos en que algunos accionistas
tienen funciones de directores, o directores que toman algunas funciones
gerenciales, cuando las empresas corporativas crecen o se transforman en multinacionales,
todas estas funciones deben recaer en distintas personas.
Las empresas corporativas son muy
importantes para una economía. Además del volumen de facturación que manejan
tienen por lo menos tres características que las diferencian del resto de las
empresas:
·
Pueden planificar a largo plazo. En general
tienen un área de planeamiento que se encarga de esto y las decisiones
estratégicas se toman en los niveles superiores sin alterar la operación
diaria. La ejecución de estos planes generalmente conlleva inversiones elevadas
en aumento de la capacidad de producción. Estas decisiones dinamizan la
economía de un país y genera empleo a largo plazo.
·
Pagan todos los salarios en blanco: Las empresas
corporativas están siempre asesoradas en materia laboral y previsional. El
nivel gerencial es quien se encarga de estos aspectos, bajo las instrucciones
precisas del Directorio y no tienen absolutamente ningún incentivo para no
cumplir con la legislación laboral y previsional. Es más, el incumplimiento de
la legislación por parte de un Gerente podría poner en riesgo su puesto
laboral.
·
Pagan todos los impuestos en tiempo y forma: De
la misma forma, estas empresas tienen un área de impuestos, con asesoramiento
externo, que no solamente liquida y paga en tiempo y forma todos los impuestos,
sino que también es un recaudador eficiente para la AFIP a través de
retenciones y percepciones. A este respecto, tampoco los Gerentes tienen algún
incentivo para evadir, ya que pondrían en riesgo su puesto. Y esto también es
distinto en las empresas donde el accionista, el Directo y el Gerente son la
misma persona.
Algunos sectores de la economía
no funcionarían si no existieran las empresas corporativas: no podría existir
un sector minero, un sector automotriz, un sector bancario o un sector
energético.
La economía de un país avanza
cuando va incorporando empresas corporativas, ya sea por empresas que crecen o
por inversiones en nuevos proyectos. El cierre de empresas corporativas es una
mala señal. Implica que la economía está en retroceso y no hay perspectivas de recuperación
o que cambios en las regulaciones producen perjuicios insalvables.
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