Transcurrido un año de gestión del actual Gobierno es momento de evaluar los primeros resultados.
Los mercados financieros se mantuvieron positivos durante
todo el año. El indicador de riesgo país ha disminuido notablemente desde un
nivel por encima de los 1.800 puntos básicos en diciembre 2023 a 750 puntos
básicos.
El tipo de cambio se ha mantenido bastante estable y la
brecha cambiaria ha disminuido notablemente.
Los dos indicadores que son indudablemente positivos son la
disminución de la tasa de inflación (sin control de precios) y la baja de la
tasa de interés que a fines de 2023 se ubicaba en 160% anual.
La gestión de reducción del déficit presupuestario del
gobierno nacional se ha llevado a cabo a través de la disminución de gastos y
de subsidios a la energía y el transporte, sin reducción alguna de las
alícuotas impositivas ni eliminación de impuestos.
Esta ha sido la política antiinflacionaria de este Gobierno,
la cual ha sido exitosa en términos de tasa de inflación, pero ha sido
contractiva en materia de empleo y nivel de actividad económica.
Los problemas en materia económica que se vislumbran para el
próximo año son:
Nivel de actividad: En 2025 va a ser superior al del 2024,
pero en promedio. Hay sectores que tendrán una fuerte recuperación (sobre todo
el sector primario) y hay sectores que no tendrán mejora o solo una mejora muy
leve (industria) y hay sectores que continuarán su caída independientemente de
la coyuntura, como gráfica, curtiembre, bancos, gobierno, etc.
Empleo: El nivel de empleo estará relacionado directamente
con la evolución del nivel de actividad global. Es muy difícil que el empleo en
blanco crezca. En Argentina se da la paradoja que mientras el salario percibido
es bajo el costo laboral es alto y esto se da en un contexto donde el salario
que percibe un trabajador en blanco es menos de la mitad que el costo laboral.
Inflación: En el próximo año la tasa de inflación va a
seguir bajando pero en ningún momento va a llegar a cero. Todavía quedan
ajustes tarifarios por delante y si bajan las retenciones a las exportaciones
de cereales, los precios internos de estos van a subir. No se va a vivir una
extinción total de la inflación como ocurrió en la época del Plan de
Convertibilidad.
Revaluación del Peso: Este tema está muy en boga en estos
momentos y es una realidad. Es una realidad inevitable, ya que en todo proceso
de estabilización monetaria lo que se busca es que la demanda de dinero supere
a la oferta, por lo cual el efecto natural es que el valor de la moneda local
tienda a subir. Esto ha ocurrido en cada
país que ha pasado por un proceso inflacionario y luego ha logrado una
estabilización inflacionaria y cambiaria.
Crecimiento económico: Todos los pronósticos dicen que el
PBI del próximo año va a ser superior al del 2024 y hablan de “crecimiento
económico”. Lo que sucederá en 2025 es solo “recuperación económica”, es decir
que las empresas podrán utilizar un poco más de su capacidad productiva, pero
“técnicamente” no habrá crecimiento económico. El crecimiento económico es un
fenómeno de largo plazo que ocurre a partir de fuertes inversiones productivas
de manera persistente y estable. Esto no se verifica en la actualidad y está
solo en modo “expectativas”. En la medida que se perciba a la Argentina como un
país estable y con un contexto amigable para los negocios, se incrementarán la
inversiones que expandan la capacidad productiva. Pero esto no se verá durante
este período de gobierno.
¿Cual es el principal desafío para el gobierno en el próximo
año? Entiendo que más allá de la quita de regulaciones y disminución de
reparticiones públicas, este Gobierno, dentro de su filosofía política, debe
encarar una reducción de la carga impositiva para la actividad económica sin
comprometer el superávit de las cuentas públicas.
A mi criterio, esto es lo que puede marcar la diferencia entre su continuidad o su paso efímero por el poder político.
Comentarios
Publicar un comentario