En el seminario organizado por el grupo Clarín, en el Malba (septiembre 2019) titulado “Desafíos de la Argentina que viene”, tuvo lugar la disertación de Matías Kulfas, uno de los asesores en temas económicos del candidato a presidente del Frente de Todos.
Tenemos ahora algunas referencias
de cómo un posible gobierno del Frente de Todos encarará la resolución de los
problemas económicos de la Argentina.
Las definiciones respecto de la Inflación
fueron muy claras: “avanzar en un Acuerdo Económico y Social para consensuar
las pujas distributivas de forma más coordinada” , con el objetivo primario de “recuperar
niveles de inflación en torno al 2% mensual”, basándose en “reducir la inercia
inflacionaria, generar mecanismos de traspaso a precios más moderados y, con
los sindicatos, una recomposición salarial más gradual”.
Queda claro que se apunta a
reducir la inflación a partir de un total intervencionismo estatal que ponga en
práctica un férreo control de precios y fijación de aumentos salariales
obligatorios.
El resultante de esto será un
ataque a la rentabilidad de las empresas, ya que no podrán trasladar a precios
los aumentos salariales establecidos por el Estado Nacional. Consecuentemente
estas medidas serán anti inversión y anti empleo, ya que ningún privado va a
invertir en un país donde el Estado le quiere controlar la rentabilidad.
Para cerrar el tema Kulfas
enfatizó que el objetivo es “encender la economía; recuperar las capacidades
productivas que hoy están mermadas. No hay economía que pueda crecer con una
inflación por encima del 3% mensual”.
Realmente alguien puede creer que
se puede “encender la economía” con control de precios y salarios fijados
políticamente? Alguien puede creer que algún privado puede pensar en invertir o
en tomar empleados cuando el Estado le fija los precios de venta?
Cambiando de tema hacia el Dólar, Kulfas
afirmó que “visto como foto, el dólar se encuentra en un buen valor”, pero
luego recalcó “el valor de la divisa es un ancla importante en el proceso de
desinflación”. Esto significa que el valor del Dólar va a estar fijado
políticamente por el Ministerio de Economía, lo cual implica que existirá un
Dólar oficial y un Dólar paralelo, como mínimo. Entonces existirá un tipo de
cambio vendedor, por debajo del nivel de equilibrio para los importadores y un
tipo de cambio comprador al cual deberán liquidar obligatoriamente los
exportadores. Alguien cree que esto puede incentivar las exportaciones?
Respecto de la tasa de interés
el economista opinó que están realmente altas, que deben ser positivas. “Hay
que empezar a bajarla” es la frase distintiva, pero sin aclarar como se hace
para bajar la tasa de interés cuando es el Estado el que acapara a la fuerza el
ahorro de los privados y solo deja migajas para el financiamiento de la
actividad productiva. La pregunta es como va a hacer el Estado para devolver
todo el ahorro expropiado del sector financiero. No habrá posibilidades de
bajar la tasa de interés si no se detiene la voracidad del Estado.
También se refirió a los controles
de cambio, específicamente. “se necesitan regulaciones que le den
certidumbre al mercado de cambios y a la entrada y salida de capitales”. ¿Se
puede dar certidumbre a partir de regulaciones cambiarias? Parece una verdadera
contradicción.
Respecto del superávit fiscal
la referencia que hizo es la siguiente: “el déficit cero planteado por el
gobierno de Macri no funcionó. Hay que salir de la lógica del ajuste, recuperar
el crecimiento, posponer vencimientos para volver a crecer y luego pagar la
deuda en las condiciones establecidas”.
De esta definición se desprende
claramente que el gasto público no se va a bajar y con posponer los
vencimientos se puede volver a crecer. El problema es que todo lo declarado
hasta el momento conspira contra la posibilidad de “volver a crecer”. Control de precios, control de cambios,
sostenimiento del gasto público, etc., son acciones que conspiran contra el
crecimiento económico.
Finalmente, ente otros temas,
hubo una referencia a las tarifas de energía, respecto de lo cual señaló
que hasta que los costos de la energía y el gas sean más bajos, cuando el
yacimiento (Vaca Muerta) esté bien desarrollado, durante la transición “hay que
trabajar sobre una tarifa social bien implementada y mecanismos de adecuación
tarifaria para sectores medios”. La pregunta que quedó subyacente es quien va a
pagar la diferencia. ¿Cual va a ser el mecanismo para obligar a que las
petroleras vendan en el mercado interno a precio regulado mientras podrían
exportar a precios de mercado?
La implementación de todas estas
ideas, las cuales en gran parte están en vigencia, no podrá ni parar la
inflación ni fomentar el crédito y la inversión. Esto ya se ha vivido en
diferentes épocas, bajo diferentes gobiernos.
En mi opinión, un gobierno del
Frente de Todos, nos llevará a una situación similar al primer año y medio del
gobierno de Menem: muy elevadas tasas de inflación y contracción de la economía.
Lic. Fabio Berlese
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